En la región de Yukón, abundan diversos frutos rojos autóctonos que se cosechan desde el verano y hasta principios del otoño. Esta quiche destaca por una creativa mezcla de moras azules y queso de cabra, convirtiéndola en una opción deliciosa para acompañar cualquier brunch.
1 ¼ tazas (300 g) de moras azules silvestres canadienses congeladas
2 huevos medianos
1 taza (250 g) de harina
½ taza (150 g) de mantequilla a temperatura ambiente
2 chalotes
1 cda. (15 ml) de aceite de oliva
1 cda. (15 ml) de miel
1 cda. (15 ml) de crema de vinagre balsámico
½ taza (100 g) de queso camembert de leche de cabra
½ manojo de tomillo
Sal al gusto
1. Descongela los frutos rojos y precalienta el horno de convección a 160 °C (325 °F).
2. Separa 1 huevo. Amasa la harina, la mantequilla, la sal, la yema del huevo y 3 cdas. (45 ml) de agua fría hasta obtener una masa suave. Envuélvela en papel de aluminio y enfría durante 1 hora.
3. Extiende la masa sobre una superficie enharinada. Colócala en 6 moldes pequeños para quiche previamente engrasados (4 in o 10 cm).
4. Pela y pica los chalotes, luego saltéalos en aceite. Retíralos de la sartén y colócalos en un bol.
5. Mezcla los frutos rojos, la miel, la crema de vinagre balsámico, el otro huevo, la clara restante y los chalotes. Vierte la mezcla sobre la masa.
6. Corta el queso de cabra en rebanadas delgadas y colócalas encima.
7. Hornea en la rejilla del medio durante 40 minutos aprox.
8. Lava las hojas de tomillo, sécalas y colócalas sobre la quiche.
Si no tienes moldes más pequeños para quiche, puedes preparar una sola quiche grande.