Este delicioso postre transforma el cheesecake en una experiencia superior gracias a su inigualable combinación de miel de maple canadiense, queso brie y arándanos rojos. Un dato curioso: esta receta también lleva Calvados, un brandy de Normandía elaborado a partir de manzanas o peras.
⅓ taza (85 g) de nueces tostadas y picadas
¼ taza (70 g) de galletas Graham trituradas
⅓ taza (85 g) de mantequilla
½ cdta. (2,5 ml) de canela molida
4 cdas. (60 ml) de miel de maple
1 ½ tazas (300 g) de queso brie sin corteza
2 tazas (450 g) de queso crema
2 cdas. (30 g) de harina
½ taza (110 g) de azúcar
½ taza (110 g) de azúcar de maple
4 huevos
⅔ taza (170 ml) de crema
½ taza (110 ml) de leche
½ taza (110 ml) de crema
¼ de vaina de vainilla
⅛ taza (30 g) de azúcar de maple
3 yemas de huevo
1 cda. (15 ml) de brandy Calvados
¼ taza (60 g) de arándanos deshidratados
1. Precalienta el horno de convección a 180 °C (350 °F).
2. Mezcla todos los ingredientes y presiona firmemente en un molde de 25 cm (10 in). Luego, hornea la masa durante 10 minutos.
3. Corta el queso brie en pequeños trozos y colócalos en una cacerola grande. Añade la crema y calienta hasta que el queso se derrita. Pasa la mezcla por un colador fino y deja enfriar completamente.
4. En un bol, bate el queso crema con el azúcar hasta que esté suave. Agrega la mezcla de brie y la harina.
5. Con una batidora eléctrica, bate la mezcla a baja velocidad, hasta que esté suave, raspando el bol con frecuencia.
6. Agrega los huevos gradualmente, raspando el tazón después de cada 2 huevos. Mezcla hasta que la masa esté suave y sin grumos.
7. Vierte la mezcla en el molde. Hornea a 180 °C (350 °F) en baño maría por unos 60 minutos o hasta que el centro esté ligeramente cuajado.
8. Enfría y desmolda al día siguiente.
9. Remoja los arándanos deshidratados en brandy Calvados durante 30 minutos.
10. En una cacerola, mezcla la leche, la crema, la vaina de vainilla y la mitad del azúcar, y calienta la mezcla hasta que hierva. Luego, retira la vaina de vainilla y guárdala para otros usos.
11. Mezcla las yemas de huevo con el resto del azúcar. Poco a poco, agrega pequeñas cantidades de leche caliente mientras remueves continuamente.
12. Una vez que la mezcla esté caliente, viértela de nuevo en la leche restante y vuelve a colocarla en el fuego.
13. Cocina a fuego lento sin dejar de remover hasta que alcance el punto de napa (lee el secreto del chef) o hasta alcanzar los 80 °C (175 °F).
14. Retira inmediatamente del fuego y cuela la mezcla con un colador cónico o chino directamente en una cacerola doble en un baño de hielo.
15. Una vez que esté fría, coloca la mezcla con los arándanos en la licuadora. Licúa a velocidad media por unos segundos.
Para verificar la consistencia de la salsa (punto de napa), sumerge una cuchara en la salsa, dale la vuelta con el dorso hacia ti y pasa el dedo índice por la cuchara. La salsa estará lista si al final queda una línea limpia en el centro.